lunes, 5 de mayo de 2008

Consumismo independiente

Y después de muchas vueltas, con una cuota de casualidad que abrió el horario apenas lo suficiente, hice a tiempo de ir a la FLIA.

El registro fotográfico corresponde a la sobresaturación de mi escritorio ayer a la vuelta, a la hora de vaciar el bolso para llenarlo nuevamente con los papeles del colegio en el que trabajo. Se comprueba nuevamente la regla: No puedo quedar mucho rato en una sala con impresos a la venta sin hacer desmanes con mi presupuesto, cualquiera que sea. Al menos he de decir que los precios me sorprendieron para bien, y casi compensaron el poco marketinero (enternecedor, a su manera) error de hacer una feria de libros antes del 5 del mes, donde prácticamente nadie cobró todavía y la mayoría estamos aún arrastrando los despojos del presupuesto de abril, en mi caso tan, pero tan espantosamente magro.
Durante la redacción de esta entrada recordé este post sobre mi estante de abajo, que ya tiene casi un año. Bien, desde entonces mi biblioteca creció como un hongo para comerse la pared chiquita de al lado del placard y desalojar el viejo equipo de audio de los estantes encima de mi cama. El último de esos se convirtió en el Estante de Abajo II, el de los que pesan más sobre mi cabeza. Y es el que recibió las adquisiciones de ayer, en el lugar en donde hasta hoy estuvieron los dos primeros tomos de la Divina Comedia que se supone que devuelva mañana.
Baste por hoy con esto. Si consigo hacerme del rato necesario mañana o pasado vendrá la segunda entrega, que ya no me da el tiempo para escribir hoy.