jueves, 18 de junio de 2009

Para salir de Devoto

(Post intrascendente. El que avisa no es traidor)

En el colectivo de vuelta de mi última visita a la cárcel de Devoto (en este contexto), con un cansancio infinito que no parecía venir de ninguna parte reconocible, tomé dos decisiones que debí haber tomado hace tiempo: es hora de que me resigne a no seguir con Latín y con Francés este cuatrimestre. Es obvio que mi cursada de oyente de Latín III no está funcionando, no puedo ir nunca y ya perdí registro de lo que sea que esta gente pueda estar dando hace un par de semanas. En todo caso veré de pedirle a una conocida que me preste sus notas como para intentar reintegrarme en el segundo cuatrimestre, con otra agenda y otros tiempos. Y Francés, bueno, la macana es que llegué hasta acá y que pagué dos cuotas, pero lo cierto es que ya de por sí me tengo que ir antes vez por medio, así que mi par de ausencias por enfermedad derivó en que estoy bastante perdida. Sé que si me pusiera y convenciera a la profesora de que me tome el examen igual paso de nivel, pero también sé que eso no sólo implicaría hacer uso de un tiempo del que no dispongo, sino que además desaprovecharía bastante el curso, lo que sería una verdadera pena.
Por el momento, entonces, será cuestión de juntar fuerzas para terminar ese primer borrador manuscrito (el primero de corrido y más o menos coherente, las ideas centrales del trabajo que empiezan a tomar forma) de monografía beckettiana que me espera en el escritorio de al lado, antes de que termine de saturarme con el tema. Históricamente aligerar cargas dejando las cosas que me sirven como cables a tierra nunca me ayudó mucho (lo hice unas pocas veces, con resultados diversamente desastrosos), así que no puedo sino esperar que esta vez sea una excepción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien, sáquese de encima lo que entienda x lastre!
tiempo al tiempo..

ps. así que anduvo x mi barrio?