jueves, 11 de octubre de 2007

Recalled to life

Punto. Final. Basta. No vuelvo a mirar. Sé que me debo haber olvidado de por lo menos un par de itálicas para título, y que las redundancias acechan como ojitos de rata entre los renglones ya ajenos, palabras apuradas que ya no quiero volver a ver, porque no tuve tiempo de revisarlas, mis hijas bastardas, cinco hojas de parcial domiciliario que con la cabeza más descansada habrían salido tanto mejor en tanto menos tiempo. Menos mal que es el penúltimo.
Este post no es sino un estiramiento después de un largo viaje en bondi, para recordar que mi cuerpo sigue acá.

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