Lo más impresionante es el precio. 12 mangos y te aseguras de inocularles a tus víctimas la sensación de ser vigilados constantemente. La ecuación costo/beneficio no podría mejorarse.
Este invento se le debe haber ocurrido a un argentino. Semejante combinación de autoritarismo, imaginación y berretada, es muy nuestra.
Y el detalle: salió a remate internetoso por un mango y hay tres tipos peleándose por esto. No sé si habrá sido invento argentino (se me ocurren varios lados en donde se podría haber imaginado), pero que acá iba a tener quien se la compre, eso seguro.
3 comentarios:
Lo más impresionante es el precio. 12 mangos y te aseguras de inocularles a tus víctimas la sensación de ser vigilados constantemente. La ecuación costo/beneficio no podría mejorarse.
Este invento se le debe haber ocurrido a un argentino. Semejante combinación de autoritarismo, imaginación y berretada, es muy nuestra.
Y el detalle: salió a remate internetoso por un mango y hay tres tipos peleándose por esto.
No sé si habrá sido invento argentino (se me ocurren varios lados en donde se podría haber imaginado), pero que acá iba a tener quien se la compre, eso seguro.
Faliz navidad y un próspero 1984!
Publicar un comentario