quebrada
no volveré a tener en tus pupilas
no temblaron más las hojas
bajo los dedos tibios del viento de esta noche
en que existo sólo para mí y te pienso
y me borrás con tanto empeño
afuera, en todas partes, millones de amantes nos ignoran
por completo. lo bien que hacen
los bordes se pierden en la masa informe
de una oscuridad vieja que volverá
mañana, y pasado, y el domingo
a buscarme y tocar lo que sea que quede de mí
entre paredes despintadas que nunca verás
miro con sorpresa verde mis manos heridas
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