sábado, 17 de enero de 2009

quebrada



de cara al rostro que ya
no volveré a tener en tus pupilas

no temblaron más las hojas
bajo los dedos tibios del viento de esta noche
en que existo sólo para mí y te pienso
y me borrás con tanto empeño

afuera, en todas partes, millones de amantes nos ignoran
por completo. lo bien que hacen

los bordes se pierden en la masa informe
de una oscuridad vieja que volverá
mañana, y pasado, y el domingo
a buscarme y tocar lo que sea que quede de mí

entre paredes despintadas que nunca verás
miro con sorpresa verde mis manos heridas

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