Hoy me compré mi primer pendrive. Volví a pensar en mi normal retraso para adquirir gadgets tecnológicos: siempre compro este tipo de cosas cuando ya se han vuelto estrictamente necesarias, y relativamente baratas ($35). Ya alguna vez le dediqué un post a eso.
Cuando lo saqué del blister noté que tenía el mismo olorcito a plástico nuevito de los juguetes recién desembalados de mi infancia.
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