lunes, 8 de febrero de 2010

Frustraciones cinematográficas

(No espere encontrar nada parecido a interpretaciones originales en esta entrada. Esto es apenas un pequeño diario de impresiones refunfuñadas al pasar)



Las dos películas que vi a mi regreso de las vacaciones tuvieron (en proporciones distintas) en común la conjunción muy hollywoodense de conformar apuestas visuales muy fuertes sostenidas por guiones muy débiles.


La primera de ellas fue Sherlock Holmes.
Me encantaría saber qué es lo que podría haber pensado de la película de no haber visitado nunca la Baker Street de papel. Seguramente no me habría parecido mejor, no, pero es probable que no me resultara tan enojosa.
Aún así, obviando el hecho de que se trata del Sherlock menos Holmes que podrían haber compuesto, podría hacerse una lista de todas las cosas que funcionan mal con el guión: sin ponernos siquiera exquisitos con las inexactitudes históricas o geográficas, aún así quedan las luchas desconectadas, yuxtapuestas malamente en la trama, con el recurso barato del monólogo interior del detective que sabe adónde pegar, los chistes malos, el intento berreta de hacer cuatro polos para los personajes positivos que sólo consigue subrayar las deficiencias de la versión propuesta de Watson y convertir a las dos mujeres-objetos de deseo en sendos ramilletes de trazos a la vez esquemáticos y contradictorios como personajes de libro de EFL para adolescentes... En fin, podría seguir la lista hasta pasado mañana.

Y aún así, la lista seguro que sería más breve que la que podría escribir sobre elementos fallidos en el guión de Avatar, que va a razón de un desastre por turno de habla. De hecho, prácticamente lo único que funciona en la película de Cameron es aquello que a Hollywood, con los muchos años de experiencia para prefabricar un modelo funcional, ya prácticamente no le falla casi nunca: la historia de amor entre Jake y Neytiri es lo único que, a fuerza de ceñirse al código a rajatabla, resulta verosímil.


Lo lamentable es que aún manteniendo la misma idea de un film políticamente correcto, con "profundo mensaje" para oficinistas preocupados por el hambre y el calentamiento global a la hora de levantarse a una muchacha que la va de ingenua (¿soy yo la única que se acordó mucho del Capitán Planeta con esta película?), sólo con haber conseguido guionistas no digamos buenos, sino apenas mediocres, el resultado habría podido ser excelente. La creación de un verdadero paraíso artificial de luz no necesitaba demasiado sostén narrativo para resultar interesante, claro. Pero si bastaba un clavo finito y herrumbrado para sostener el bello cuadro, acá usaron una chinche de tres puntas, mocha de un lado.

5 comentarios:

Nahuel dijo...

Mm, tienen cierto parecido físico con el Capitán Planeta (son celestosos :P (por no decir verdosos)).
Sabés que me hiciste acordar?
http://www.youtube.com/watch?v=YdDMrncAy4U
http://www.youtube.com/watch?v=E5dZGGyCs-k -> quería este, pero no pude encontrarlo bien...

Lupe dijo...

Mirá, no te conocía el perfil blogger.
Sí, yo también me sentí muy Jay Sherman escribiendo eso, pero necesitaba hacer catarsis.

Nahuel dijo...

Hace añares no lo uso... Hicimos una cooperativa con un compañero de la facultad para hacer algo de dinero con adsense :P Funcionó por un tiempo, pero lleva tiempo mantener los blogs con muchas visitas

Anónimo dijo...

NS/NC.

No la vi, y no creo que lo haga alguna vez, no me tienta, todo tan artificial!
Esa! ET en el cable! Adiós.

Anónimo dijo...

Mirá, a mí Sherlock Holmes me tiró una sensación parecida. Y encima yo no leí los libros.

Pero cuando llegué al final de la peli, arrancaron los títulos y vi que la había dirigido Guy Ritchie, entendí todo.

Y la peli va.