jueves, 17 de mayo de 2007

Mientras trato de escribir una reseña

y de paso me doy cuenta de que jamás en mi perra vida hice una, y que no sé cómo cuernos inventármela.

—Comentarios varios mientras trato de salir del paso y redactar una reseña sobre una puesta teatral de una obra narrativa escrita por Samuel Beckett

Recién ahora, volviendo a mirar tanto rato después la postalcita muy bien impresa que entregaban a la entrada, noto que en el parrafito de descripción de la obra no aparece un solo detalle que pertenezca realmente a Beckett:

"Un hombre a solas, desnudo, ladra como un perro, se pregunta por el amor, se cambia el pantalón, una y otra vez, le da de comer a un perro, se pregunta por el amor, tiene estreñimiento, se recorta un pedazo de pantalón, le da de comer al perro, se pregunta por el amor, un hombre a solas, desnudo, ladra como un perro [...]"
y sigue, en el mismo tono, repitiendo como un kinetoscopio.

Es cierto, todo eso está en la puesta, pero en el texto real gracias si hay algo en un momento que puede calificarse como "se pregunta por el amor". Y bueno, está el estreñimiento, que en el tono muy constipado de la obra (que se comió casi todo lo que el texto representado tenía de cómico) el sr. Comas no podía sino representar muy gráficamente. El resto es un largo agregado, lo que sale de tratar de llenar el espacio irremediablemente vacío que rodea a un narrador en primera cuando el relato no está enmarcado, darle un cuerpo a palabras que vienen de la nada y que pretenden convertirse en monólogo de alguien, de algo.

Otra observación respecto al cartoncito, que también noté cuando fui a buscar los datos pertinentes porque me hacían falta: nada le avisaba al espectador que estaba yendo a ver una adaptación de una obra narrativa. Se avisaba como "Primer Amor - de Samuel Beckett". ¿Experimento? ¿Ver si alguno se traga que eso es una de las obras de teatro de SB? Nada dice quién lo adaptó a escena, cuando en este caso parece ser lo más importante.

En realidad, este programa (¿le va el nombre?) ni siquiera dice quién es el tipo que tocaba el silbato y en cierto momento nos apuntó a todos con una pistola de esas de aire comprimido (en el borde entre un juguete y algo más peligrosón) que en mi casa al menos se daba en llamar matapalomas. Sería interesante pensar que se trata de algún Tito amigo del actor principal o del director al que le piden que ejecute esa secuencia simple en las representaciones. Imposible, claro, pero interesante. Habrá que sospechar que tal vez hasta era el director. O el hijo no reconocido de Elvis.

De los pantalones no hablo. A esos los guardo para la reseña.

Sigue viniéndome a la cabeza parte de lo que salió en el comentario de Mariano sobre esta obrita. Algo acerca del posible daño insospechado de la situación escénica, que no podía haber sido mejor expresado, y que me hizo reir bastante. Muy sano, después de verse un espectáculo* de esos.

* Piénsese aquí la palabra "espectáculo" con la entonación que daría una señora lectora asidua de la revista Gente ante la imagen de dos perros enganchados, en la puerta de su casa, no en el que se usa frente a unas medialunas extremadamente grandes ni en el que lo emplearía Moria Casán. Bueno, en cuanto a Moria, tal vez dependa de en qué esté pensando.

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